Cuidado con las fake news
La comunicación tiene un origen tan antiguo como la misma existencia humana que en sus inicios se valía de sonidos, gestos, movimientos, etcétera. Con el paso del tiempo han surgido diferentes herramientas para comunicar como los libros, las revistas, la televisión, la radio, el teléfono, el móvil, el Internet, entre otros.
Todo esto ha facilitado el alcance de la información que mantiene informada a todas las personas. Sin embargo, no significa que todos los datos publicados sean útiles o verdaderos para todos los receptores.
Derivado de la rapidez y accesibilidad que tenemos actualmente podemos encontrarnos con “noticias falsas” más conocidas como “fake news” que en la mayoría de las ocasiones poseen un disfraz de verdad, lo que complica identificar su autenticidad.
Una de las características de las fake news es que tienen una fácil propagación debido a que hoy en día las redes sociales, por su alcance masivo, pueden llegar a muchas personas sin importar su ubicación geográfica.
Las fake news se dividen en dos categorías principalmente:
- Imprecisas. Son aquellas donde quien las origina puede conocer o saber que se trata de información falsa pero aun así la esparce para incrementar el tráfico de un sitio o bien con la finalidad de generar polémica u opiniones adversas.
- Con contenido real. Son las que pueden tener cierto contenido impreciso pero el emisor no lo sabe por falta de verificación de la fuente o por la alteración de manera intencional al contenido.
La finalidad de las fake news pueden ser: promocionales, generación de falso periodismo, usurpación, anzuelos para direccionar el tráfico web, etcétera.
Por estas y muchas razones más, siempre se recomienda verificar la fuente de información, su autor, su autenticidad y sobre todo no redistribuirla cuando no se está seguro de su veracidad.
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