Romper el molde de lo cotidiano
Los cambios que atravesamos no son una anomalía, nuestro mundo actual ya no es el que solía ser y para garantizar el éxito debemos echar mano de: la creatividad y la innovación.
Para empezar, hemos de reconocer la importancia que actualmente tienen estos dos conceptos, ya que percibir la realidad pensando fuera de la caja y desafiando los límites más allá de lo imaginado nos permite tener procesos que rompen con lo establecido.
Contrario a lo que pudiera pensarse sobre el riesgo que conlleva tener pensamientos que enfrentan paradigmas existentes, que con rompen con el molde o desordenan las ideas, podemos darnos cuenta de que una mente que rompe con lo cotidiano es una mente que analiza, que está en búsqueda constante y, desde luego, encuentra infinidad de formas para estructurar las oportunidades. Es decir, la mente común pasa de ver las mismas cosas que la mayoría observa a ver lo que casi nadie puede ver.
Esto es una mentalidad disruptiva, donde la transformación de ideas nos lleva a entender lo que hay en el entorno. ¿Qué habría sido de la humanidad sin personajes con mentalidad disruptiva? Sin aquellos disruptores que lograron grandes desarrollos a lo largo de la historia. Un disruptor detecta necesidades, combina ideas creativas, tiene curiosidad por aprender y actúa hábilmente. Son personas que observan pasivamente, tienen muy presente que lo que se dicta como definitivo solo es momentáneo, todo es reconfigurable.
Si las grandes ideas que hoy mueven al mundo surgieron porque alguien se hizo una sencilla pregunta, con esto podemos decir que una mente disruptiva puede surgir en cualquier momento, de modo que podemos poner en práctica lo siguiente:
- Ser flexibles ante ideas preestablecidas
- Eliminar las ideas que nos impiden cambiar
- Destruir los prejuicios que se convirtieron en paradigmas
- Escapar de lo cotidiano
- Encontrar nuevos caminos
- Cuestionar todo con argumentos sólidos que jamás alguien haya pensado
- Proponer una visión distinta a todas las caras de un problema
- Levantar la mano cuando los procesos y normas han permanecido estáticos por mucho tiempo y proponer un camino distinto
- Crear alianzas para fortalecer las ideas que queremos poner en marcha
- Motivar a otros a ser más críticos
- Tomar inspiración de otras mentes que, al igual que tú y yo no, se conforman con lo establecido
- Disparar la creatividad cuando la solución no se vislumbra exitosa
Desde luego las prácticas anteriores no garantizan el éxito inmediato pero al romper los límites y huir del camino corto y fácil se cometerán errores, mismos que son indispensables para un aprendizaje que en el siguiente intento dará los resultados esperados.
En Getnet, con la creatividad e innovación, impulsamos historias poderosas, seguimos nuestro propio método, rompemos los límites, IMAGINAmos y hacemos tangibles nuestros sueños.
