Gratitud

GRATITUD

Gratitud

Escoger entre tener una actitud de quejarse de todo y una actitud de gratitud tiene ramificaciones importantes. No solo en la parte anímica, cómo ve, siente y se relaciona con el mundo alrededor de uno, sino también en los efectos a largo plazo en la salud.

La gratitud más allá de dar las gracias por algo o a alguien, es una actitud de vida. La gratitud se podría definir como la apreciación y reconocimiento de un regalo o condición material o inmaterial. Esta última se relaciona con una postura de cara a otras personas en situaciones profesionales, personales y hacia la vida en general. Las religiones más importantes mencionan la importancia de la gratitud en sus enseñanzas.

La importancia de la gratitud como estilo de vida también ha generado curiosidad de la ciencia y los efectos en el cerebro. Un estudio realizado por la Universidad de Indiana aplicado en 43 personas que padecían de depresión y trastorno de ansiedad que requerían atención profesional. De los 43 pacientes, 22 fueron motivados a redactar 3 veces a la semana por 20 minutos una carta en el que escribieran al destinatario su gratitud independientemente si se enviara o no. Después de 3 meses del ejercicio, los 43 pacientes fueron sometidos a un escaneo cerebral. El resultado mostró que los 22 pacientes que escribieron las cartas mostraron más actividad en las regiones cerebrales frontal, parietal y lóbulo occipital responsables de la sensación de agradecimiento inclusive meses después del experimento. El resultado demostró que la gratitud es activa y reconocible en el cerebro como una emoción independiente. (Fuente: Siencedirect.com)

La gratitud literalmente transforma al cerebro y de manera permanente. Entre más se practique la gratitud más marcado y fuerte se acentúa en el cerebro, lo que ayuda para sobrellevar la depresión y ansiedad.

La gratitud influye en la salud de las personas de manera positiva en el sentido que están menos propensas a tener estrés, depresión, insomnio, pensamientos negativos antes de dormir y probados efectos en corazón como la reducción de riesgo de infarto y procesos inflamatorios. Esto trae como beneficio que en el trabajo y en la vida personal sean más sanas; tienen mejor rendimiento; desarrollan una mejor personalidad; emiten una actitud positiva hacia las personas con las que tienen contacto; permanecen motivadas y son más conscientes de las personas y dispuestos a trabajar en equipo.

La gratitud se puede reforzar ya que no se nace con esa actitud, depende mucho de la educación, formación, cultura o parte de sus creencias. En resumen, la gratitud se puede aprender.

Estos son unos ejercicios para desarrollar la gratitud:

  • • Llevar un diario de gratitud. Inmediatamente después de levantarte o antes de ir a dormir apunta por lo menos 3 razones por las que se estés agradecido. Estas razones pueden ser personas, objetos, estado de ánimo y salud.
  • • Imaginación. ¿Si supieras que mañana morirías, de qué estarías agradecido, qué extrañarías, cómo vivirías ese día, con quién te reunirías y de qué cosas te reirías? Visualizar la finitud de la vida puede ayudar a reorganizar prioridades en la vida; apreciar más lo positivo.
  • • Serenidad. Toma un paso atrás de las presiones del día a día y observa tu vida. Reflexiona si en verdad el conflicto con el colega vale la pena; si dedicarme solamente a trabajar y sacrificar mi descanso es bueno, etc.
  • • Lavarse los dientes. ¿Qué piensas en esos 1 a 2 minutos? Los puedes ocupar en ejercitar la gratitud e incluir 5 pensamientos por lo que estés agradecido. Si eres de esas personas que viven constantemente en estrés y sin tiempo es una excelente oportunidad para ejercitar gratitud de manera corta y efectiva.

En Getnet, fomentamos la gratitud entre nuestros colaboradores y la impulsamos durante nuestra “Semana del Agradecimiento” que celebramos de manera anual mediante diferentes actividades que nos permiten acrecentar nuestros lazos y la gratitud entre colaboradores.

Con información obtenida de ArbeitsABC

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